martes, 23 de octubre de 2012

Si no te lo crees, estás "muerto".


¡Cómo he disfrutado esta mañana! Formándome
Una franca lección de gozar y reír.

Claro que el taller práctico del SDE del ICIC (Servei de Desenvolupament Empresarial del Institut Català de les Indústries Culturals) ya prometía de base solo por contar con Ferran Ramon-Cortés como ponente; excelente comunicador de quien ya había asistido a otras sesiones de formación.

Habilidades de comunicación: Cómo presentar con éxito. Y de aquí a ser grabado presentándote (y con intención de venderte) en un minuto, para luego visionar los vídeos de todos los participantes. No hay como reírse de uno mismo para acogerse con positivismo a las críticas constructivas, recordarlas y aprender.

Uno que dice que sufre pánico escénico; otro que reconoce que pone cara de “demasiado” serio, no transmite buen rollo y los potenciales clientes salen por patas. El que se esconde tras unos brazos cruzados para reconocer luego cómo se la ocurrido hacer eso; el que aburre y no escuchas simplemente porqué su voz y postura carecen de cualquier color… el que se lía, el que se enrolla, el que busca la seguridad en palabras técnicas intrínsecas de su sector e inteligibles para el resto…

Desde el inicio se ha creado un ambiente alegre y desenfadado entre los 26 participantes. Un ambiente que favorecía las intervenciones, que provocaba sed de aprendizaje, de interaccionar, de preguntar, escuchar y recordar. Con risas entremedias, pero no enfocadas en el cachondeo, sino en las emociones de sentir.

Y ya estamos con lo mismo. Emocionar. La conclusión del taller es que para transmitir, para presentar con éxito, hay que contagiar, emocionar. La conclusión de la participación y lo que se supone que pretendían enseñarnos, es que lo han conseguido porqué nos han emocionado.

Los pánicos escénicos son pura historia del coco y solo que hay que prepararse muy bien, y re-programarse, ensayar, acostumbrarse. Hay que ser natural, expresar de forma simple, coherente, de buen rollo, un solo gran mensaje y transmitido de forma memorable. Empezar bien para terminar mejor, con un mensaje estructurado, al grano, llano, positivo. Y sobretodo, sobretodo, creer en lo que contamos.

Si no te lo crees, en términos de comunicación y el éxito de una presentación, estás, literalmente, muerto.

Primero creo, ergo existo.

[Y no es creer una emoción en sí?]

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